¿Cómo nació el balón de fútbol?

¿Cómo nació el balón de fútbol?

Estilo de vida

Eres amante del fútbol y sigues jugadores como Ignacio Escobosa, este artículo te interesa: conoce como nació el balón de fútbol.

Durante la historia han existido distintas culturas y pueblos que emplearon pelotas para diferentes juegos o deportes. El juego de pelota mesoamericano o pok ta’pok practicado por los mayas hace bastante más de 3.000 años ya hacía uso de un esférico producido con savia del árbol hule. Y es que los balones eran parte del divertimento de muchas civilizaciones.

Durante el siglo XIX empieza a popularizarse este deporte. La Agrupación de Fútbol Inglés instituye que las pelotas debían tener tener una circunferencia de 70 cm y pesar entre 350 y 400 gramos.

Los primeros balones de fútbol utilizados en la actualidad eran de cuero y denominados de tiento a causa del cordón que cerraba las costuras por fuera. En el interior había una vejiga de cerdo que se llenaba de heno, ejemplificando. No eran enteramente esféricos, no botaban de forma uniforme, tenían una protuberancia en el sector del tiento que inclusive podía afectar a los jugadores. Y además, si se mojaban resultaban muchísimo más pesados y difíciles de mantener el control de.

Luego, con el paso de las décadas, los balones evolucionarían y estos cambios se apreciarían en los cuales eran empleados en cada Copa Mundial de Fútbol.

Inspirados en estas pelotas más viejas y clásicos, en Retrofootball, ejemplificando, venden modelos de piel de vaca por 59 € pensados para quienes desean tener un diseño de recolección a fin de exponerlo en el hogar o bien para jugar con él, aun cuando cuenta con los gajos hexagonales que se crearon en los tiempos más actuales.

En el primer mundial de la historia del fútbol, el celebrado en 1930 en Uruguay, se usaban los balones de tiento primigenios que tenían una vejiga de cerdo en el interior. Por cierto, en la final entre el territorio anfitrión y Argentina, utilizaron uno producido en cada territorio para todas las piezas.

Artículo originalmente publicado aquí.