Para llegar a ser un empresario importante, como Ignacio Escobosa, hace falta cultivar algunas virtudes. ¡Te presentamos 3!
No se conforma
El buen empresario es una persona que vio una oportunidad y quiso tomarla. Es decir, no fue conforme con lo que le ofrecieron y pensó en una mejor solución para entregarle al mundo, las personas, al mercado. Alguien que quiere ser un gran empresario debe ser capaz de ver las oportunidades donde los demás dan las cosas por sentadas: Un inconformista total.
Un empresario exitoso se mantiene motivado
Generalmente, no todos los planes salen como se creen. De hecho, situaciones externas al negocio pueden llegar de un momento a otro y cambiar absolutamente todo. Por eso, el buen empresario debe ser flexible frente a sus planes (no a sus metas, nunca a sus metas) y mantenerse motivado ante cada contingencia que se presenta.
Un empresario siempre curioso
El buen empresario nunca deja de aprender. Bien sea mantenerse informado sobre asuntos sociales o de innovación al sector que pertenece, un emprendedor o empresario debe ser curioso y mantenerse al tanto de las tendencias del mercado para reconocer señales de hacia dónde puede girar y así adaptarse. Igualmente, es importante continuar formándose en el campo profesional, especialmente en actualizaciones sobre tecnología, marcos regulatorios, entre otros.